¿Qué es la cosmética natural?
Es la pregunta del millón, en un entorno en el que cada vez encontramos más y más opciones para cuidar nuestra piel. Es un hecho, el cuidado de la piel, está en auge, está de moda.
Realmente, explicar qué es la cosmética natural es relativamente sencillo. Sin embargo, ir más allá, bucear entre tanto ingrediente con nombre extraño, que suena a de todo menos a natural, es complejo. Entender y decidir elegir este tipo de producto y no otro no es labor sencilla. Así que voy a intentar explicarlo de la manera más fácil posible: la cosmética natural es un tipo de cosmética que emplea en su elaboración un alto porcentaje (o el 100%) de ingredientes de origen biológico. Es decir, se extraen de plantas, flores y minerales. Es importante destacar que nunca se van a testar en animales.
Entonces, ¿qué tipo de ingredientes se consideran no naturales? Ingredientes sintéticos, derivados del petróleo, conservantes artificiales, aromas o perfumes sintéticos y cualquier otro aditivo que pueda ser perjudicial para la piel o el medio ambiente.
Cierto es que muchas veces es prácticamente imposible encontrar una composición 100% natural. Esto se debe a que hay cierto tipo de ingredientes que pueden extraerse a través de la denominada química verde, o lo que es lo mismo, el diseño de ingredientes y procesos que reduzcan o eliminen la utilización y generación de sustancias nocivas para la piel. El objetivo final de la química verde es la reducción del impacto en el medio ambiente e incrementar la seguridad y eficacia de los productos que la emplean.
En Koruana nos tomamos muy en serio el control de materias primas para elaborar nuestra cosmética. No todo vale. La procedencia de los ingredientes, así cómo la manera en la que han sido tratados hasta su incorporación en nuestra cosmética, es clave para obtener un producto final de calidad.

Y una vez que sabemos la diferencia entre un cosmético convencional y uno natural, ¿quién o qué certifica que un cosmético puede llamarse “natural”?
En Europa hay organismos especializados, compuestos por asociaciones de profesionales y empresas agrícolas que certifican productos de cultivo ecológico y biológico que se emplean en la elaboración de los ingredientes que componen estos cosméticos. Veamos ejemplos:
COSMOS | Certificación de productos e ingredientes cosméticos
Tal y como COSMOS describe en su web, COSMOS-standard se rige por cuatro principios básicos:
- Fomentar el uso de productos procedentes de la agricultura ecológica y respetar la biodiversidad.
- Utilizar los recursos naturales de forma responsable y respetuosa con el medio ambiente.
- Utilizar procesos de transformación y fabricación limpios y respetuosos con la salud humana y el medio ambiente.
- Integrar y desarrollar el concepto de química verde.
CAAE es la sede de COSMOS en España.
ACENE | Certificación de Cosmética Ecológica, natural y vegana
Tal y como ACENE describe en su web, certifican cosmética natural, ecológica y vegana desde la materia prima, pasando por su producción hasta el producto final.
Ecocert | Actuar por un mundo sostenible
Tal y como ECOCERT describe en su web, certifican que los ingredientes son de origen ecológico y biológico así como la aplicación de buenas prácticas durante el proceso de elaboración del cosmético hasta la obtención del producto final.
Si echáis un vistazo más detenidamente a todas estas certificaciones, veréis que todas ellas exigen altos porcentajes de ingredientes naturales (nunca menor a un 95%) y los provenientes de la química verde están muy limitados y controlados. Es decir, no cualquier ingrediente de este tipo está permitido.
También se exigen porcentajes mínimos de ingredientes de procedencia ecológica o cuyo origen sea 100% vegetal o mineral, nunca animal.
Un cosmético natural destaca por una serie de propiedades que podemos aprender a identificar, como por ejemplo, su aroma, normalmente obtenido de aceites esenciales o sustancias obtenidas de los aceites esenciales a través de su destilación.

La sensación en la piel, ya que tienen una muy buena tolerancia en la piel al estar integrados por ingredientes respetuosos con ella y cuyos aceites vegetales tienen similitudes con la propia grasa corporal que compone la piel humana. La absorción suele ser rápida a diferencia de otro tipo de cosméticos, que se quedan sobre la piel mucho más tiempo o directamente no se absorben, ya que contienen aceites y grasas sintéticas o incluso derivadas del petróleo que lo que hacen es interferir en la transpiración de la piel (tapan los poros). La manera de extender un cosmético natural puede resultar diferente, ya que no contienen siliconas u otro tipo de aditivos de similares características.

Por último, revisar el INCI, que es la lista de ingredientes que componen el cosmético. No es siempre tarea sencilla. Mi profesor de cosmética natural solía decir que al final acabamos desarrollando una habilidad para aprender otro idioma 🙂
Hoy en día es sencillo averiguar si un listado de ingredientes o ingrediente concreto está permitido o no en cosmética natural, gracias a la información rápida y accesible que nos pueden proporcionar webs o aplicaciones especializadas.
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