Rutina de limpieza facial diaria, ¿Qué necesito?
Hoy en día contamos con un montón de información y productos para llevar a cabo nuestras rutinas de limpieza facial. Muchas veces, toda esa información es tan tanta que ya no sabemos qué es lo más adecuado.
Lo primero y más importante es limpiar la piel. Para ello existen distintos tipos de productos, que dependiendo del momento, tipo de piel, etc. tendremos que escoger para nuestra rutina de limpieza facial diaria.
Limpiadores con base acuosa
Agua micelar: suele estar compuesta por una base acuosa y tensioactivos disueltos. Los tensioactivos son elementos limpiadores. Basta con que pongas un poco en un disco desmaquillante/paño suave. Al llevar tensiactivos, es recomendable retirar esos tensioactivos de nuestra piel, ya sea con la utilización de un segundo producto de limpieza con aclarado después, como pueda ser un gel o espuma limpiadora y/o aplicando un tónico.
Gel/Espuma limpiadora: Al final es un producto de base acuosa con textura de gel o espuma con tensioactivos disueltos. Se suele aplicar directamente sobre la piel con las manos (limpias), deja que actúe durante unos segundos y después aclarar/retirar con agua. En resumen, te lavas la cara con un “jabón” específico para el rostro.
Son jabones muy suaves y con un PH adecuado para el rostro. No tienen nada que ver con los geles de ducha o los jabones de manos.
Este tipo de limpiadores van bien para una limpieza diaria sin grandes cantidades de maquillaje que retirar. En un rostro sin maquillar o con un maquillaje suave, son perfectamente aplicables.
Lo más importante de estos limpiadores es que los tensioactivos no queden sobre la piel una vez que los utilicemos. Es necesario aclarar la piel después, ya sea con agua o bien con la aplicación de un tónico.
Bifásicos
Son limpiadores que contienen una parte acuosa y otra formada por aceites. En reposo se ve la capa separadora perfectamente: agua abajo y aceite arriba. Para utilizarlo, solo tienes que agitar y poner un poco en un disco desmaquillante/paño suave. A continuación, pásalo por todo el rostro, incluyendo contorno de ojos y labios.
Lo interesante de estos limpiadores es que la parte acuosa no necesita ningún tensioactivo, ya que el agente limpiador será el aceite. A continuación, puedes aplicar el tónico.
Limpiadores con base oleosa
Aceites de limpieza: es una mezcla de distintos tipos de aceites, dependiendo del tipo de piel, llevarán unos aceites u otros. No es lo mismo limpiar una piel grasa que una piel seca con un limpiador 100% puro en aceites. Asegurate que es el adecuado para tu tipo de piel, ya que hay muchos tipos de aceites. Otra opción es aplicar la doble limpieza, para evitar aportar un exceso de grasa a la piel (detalles más abajo).
Lo puedes aplicar directamente con las manos limpias en todo el rostro. Deja actuar durante unos segundos y a continuación, retíralo con un disco desmaquillante/paño suave y húmedo, incluyendo contorno de ojos y labios.
Este tipo de limpiadores con base oleosa funcionan muy bien para disolver todo tipo de maquillajes e incluso los protectores solares.
Hay aceites limpiadores que contienen emulsionantes, que al contacto con el agua, forman una especie de leche limpiadora. Siendo mucho más sencillo de retirar en vez de dejar el residuo graso de los limpiadores basados únicamente en aceites vegetales puros.
Limpiadores en emulsión
Leche limpiadora: es una crema de textura muy ligera, líquida. Compuesta por una parte de aceite emulsionada en agua. Se utiliza un disco desmaquillante/paño suave para su retirada. A continuación, podemos aplicar el tónico.
Doble limpieza
Consiste en aplicar un aceite limpiador o bien un bifásico o leche limpiadora y a continuación, aplicar otro de base acuosa (agua micelar o gel/empuma limpiador) para terminar de retirar los restos que hayan podido quedar al retirar el primero.
Este tipo de limpieza puede ser útil en ciertas situaciones, pero no necesaria en todos los casos. Por ejemplo, si llevamos mucho maquillaje o que sea un maquillaje denso y/o resistente.
O bien que en pieles especialmente grasas en las que un limpiador normal no pueda eliminar por completo el exceso de grasa o que un limpiador más fuerte origine irritaciones. Es estos casos, es preferible pasar dos veces un limpiador más suave.
Otra opción es pasar dos veces el mismo tipo de limpiador que utilicemos normalmente, con el fin de no gastar un dinero extra en un segundo limpiador.
Tónico, ¿qué es y cuándo aplicarlo?
La aplicación del tónico suele ser el paso en la rutina de limpieza facial que no se aplica. Ya sea por pereza, falta de información, etc.
Los tónicos sirven para equilibrar la piel y prepararla para el siguiente paso, que sería ya la aplicación de serum/cremas y demás rutinas faciales. Especialmente en el caso de las pieles más sensibles. Normalmente tienen una base acuosa desmineralizada, libre de tensioactivos.
Los ingredientes que contienen los tónicos suelen ser reguladores de la piel, refrescantes, calmantes y permitirán que la piel esté en condiciones óptimas para absorber y potenciar los activos que vendrán después, en nuestra rutina de cuidado facial, después de la limpieza. Además, la utilización de un tónico nos asegura que cualquier tipo de residuo que pueda quedar sobre la piel, como por ejemplo restos de cal si el agua es dura o los restos del limpiador utilizado previamente, es eliminado antes de aplicar el serum y/o crema hidratante.
La utilización del tónico nos permite dar a nuestra piel un aporte ligero de protección a través de concentraciones bajas de ingredientes activos hidratantes, antioxidantes y calmantes.
Por supuesto, su uso no es obligatorio, pero sí recomendado por las razones anteriormente descritas.
Resumiendo, aplicamos el tónico después de la limpieza y antes de aplicar el sérum y/o crema hidratante.
Espero que esta información te haya resultado útil. Como ves, hay muchas alternativas y combinaciones en función de tu tipo de piel y la limpieza que quieras o necesites realizar. Feliz día!